Para la mayoría de los actores, filmar una escena romántica es una de las partes más incómodas de su trabajo.
Desnudarse ante la cámara, tener que besar apasionadamente a su coprotagonista o fingir cierta intimidad no solo genera cierta tensión en el set, sino también un sinfín de exigencias por parte de los involucrados.
Sin embargo, muchas veces la escenografía no es la adecuada, el maquillaje o vestuario deja al descubierto partes del cuerpo que no deberían verse o hay demasiada gente en la locación, haciendo que la toma se vuelva una pesadilla para el que la interpreta..